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        Grupo de apoyo sobre Fusión NuclearITER:
        un ambicioso proyecto de investigación 
        Pablo
        T. León,  
        José María Martínez-Val
         
             
           
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          Figura 1.-
          Corte esquemático del Sol, en función del radio (normalizado a la
          unidad.) Se muestra la variación de la densidad (dichte), la presión
          (druck) y la temperatura. En el centro se encuentra el núcleo solar,
          donde las temperaturas son tan altas, próximas o por encima de 10
          millones de Kelvin (»1
          keV en escala energética),que las reacciones de fusión se hacen lo
          suficientemente intensas para mantener su enorme potencia, cercana a
          los 4×1026
          W.
          
           
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         1.
        La Fusión como fuente de Energía.
        
        
        
         
        La Fusión
        Nuclear es una reacción exoenergética de dos núcleos atómicos. La
        energía de la reacción proviene del defecto de masa entre los núcleos
        reaccionantes y los núcleos y partículas resultantes de la reacción.
        La conversión de energía viene directamente definida por la famosa
        ecuación de Einstein E = m×c2.
        Para que una reacción de Fusión pueda tener lugar entre dos núcleos
        atómicos, éstos se deben acercar lo suficiente. Esto supone vencer la
        fuerza de repulsión coulombiana entre los dos núcleos, que como es
        conocido, se escala como la inversa de la distancia entre las cargas al
        cuadrado. Debido a las distancias microscópicas que se necesitan para
        que la reacción nuclear tenga lugar, las fuerzas de acercamiento de los
        núcleos deben ser enormes.
        
         
        Para
        hacerse una idea de la magnitud de las fuerzas involucradas a la fusión,
        basta con alzar la vista en un día soleado. El Sol es el reactor de
        Fusión que nos pone como ejemplo el Universo. Debido a su gran masa
        (principalmente Hidrógeno), se producen unas fuerzas gravitatorias
        enormes, lo que produce una elevada densidad, presión y temperatura en
        su interior. La temperatura es lo suficientemente elevada como para que
        los electrones queden liberados de las fuerzas que los unen a los núcleos
        positivos por fuerzas coulombianas. Este estado de la materia es lo que
        se denomina plasma. Las altas densidades hacen que los núcleos se
        encuentren lo suficientemente cercanos, y junto con la elevada energía
        cinética, que permite que en los choques parte de la energía se emplee
        en vencer la repulsión coulombiana, hace que las reacciones de Fusión
        sean posibles. En el caso del Sol, la reacción de Fusión más común
        es la siguiente: 
         
        4×H1
        + 2×e-
        —>  He4 + 2 neutrinos + 6
        fotones + 26 MeV  
        
        
        
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         Para poder utilizar
        la Fusión nuclear como fuente energética, en primer lugar se deben
        elegir otros núcleos reaccionantes, pues el ciclo de los protones es
        muy lento. En el caso de utilizar isótopos de hidrógeno como núcleos
        a fusionar (el Deuterio y el Tritio), la probabilidad de la reacción
        aumenta considerablemente. La reacción que se utiliza para conseguir
        energía de la fusión es por lo tanto:
        
         
        H2
        (D)+ H3(T) —>
        He4 + n + 18 MeV 
        
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        Figura 2.-
        Representación esquemática de una reacción Deuterio-Tritio.
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         Las condiciones de 
        temperatura y densidad necesarias para alcanzar la fusión con
        este tipo de combustible son menores que las necesarias en el Sol. Cada
        reacción nuclear da lugar a 17,6 MeV de energía, lo que supone una
        energía específica de 8.6×105
        MJ/g. Esta energía específica es la más alta conocida, tanto en energía
        nuclear como en energía química. La facilidad de obtener el
        combustible (tanto el deuterio, de forma natural, como el tritio, como
        resultado de la captura del neutrón de fusión por núcleos de Litio),
        y las reservas amplísimas de estos materiales, hacen de la fusión
        nuclear una solución a los problemas energéticos de la humanidad en el
        futuro. “Sólo” queda conseguirlo.
        
         
        El problema de la
        fusión es el mantener un plasma confinado el suficiente tiempo y a las
        condiciones necesarias de temperatura y densidad como para que se lleve
        a cabo la fusión la la mayor parte de combustible posible. Uno de los
        principales problemas a la hora de trabajar con plasmas es su capacidad
        de expansión. Por su propia naturaleza, los plasmas tienden a
        difundirse muy rápidamente, separándose las partículas unas de otras
        a gran velocidad, disminuyendo la densidad y la temperatura de las partículas
        de una forma muy rápida. Es necesario, por lo tanto, confinar el
        plasma. En el caso del sol, es la fuerza gravitatoria la que consigue
        mantener confinado el plasma. Además, debido a las altas temperaturas
        del plasma, el contacto de éste con cualquier vasija o envoltorio
        provocaría la erosión de las paredes, y la consiguiente contaminación
        del plasma. Esto supondría un incremento de las pérdidas de radiación,
        y una mayor temperatura del plasma para conseguir fusión. El plasma,
        por lo tanto, no puede estar en contacto con ningún sólido. En el caso
        de las aplicaciones a escala terrestre, existen dos tecnologías
        investigadas en la actualidad en paralelo (aunque no son las únicas),
        que permiten este confinamiento del plasma.
        
         
        La
        primera de ellas se denomina Fusión por Confinamiento Magnético.
        Esta es la solución para el confinamiento adoptada por el ITER. En ella
        se utilizan campos magnéticos para mantener las partículas cargadas
        del plasma en una trayectoria toroidal, como se aprecia en la siguiente
        figura.
         
         
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         Figura
        3.- Partículas del plasmas moviéndose helicoidalmente a lo largo de
        las líneas del campo magnético.  | 
      
         Para ello, se han de
        generar unos campos magnéticos (de orden de Teslas) denominados
        toroidales y poloidales, que mantienen el plasma confinado en el toro.
        Cuando ambos campos magnéticos se generan mediante arrollamientos
        exteriores, se denomina una configuración de Stellerator. Cuando sólo
        es el campo magnético toroidal el que se genera mediante los imanes
        exteriores, y el poloidal es generado por la propia corriente eléctrica
        que forma el plasma en su camino toroidal, la configuración se denomina
        Tokamak. En el caso del ITER, la configuración adoptada es la de
        Tokamak.
        
         
         Una
        vez confinado el plasma en la configuración toroidal, hay que cederle
        energía para alcanzar las altas temperaturas de ignición necesarias
        para producir la fusión. En el caso del confinamiento magnético, las
        densidades alcanzada en el plasma son relativamente bajas (muy
        inferiores al estado sólido), del orden de 1014 iones/cm3.
        La temperatura del plasma se debe elevar hasta unos 
        46 millones de grados, (la denominada temperatura de ignición,
        alcanzada la cual, la potencia de Fusión es superior a la que se pierde
        por radiación.) Para elevar el plasma a estas temperaturas, se utilizan
        técnicas de radiofrecuencia, inyección de neutros, etc.
        
         
        La segunda tecnología
        para alcanzar la fusión se denomina Fusión por Confinamiento
        Inercial. En este caso, en lugar de tener plasmas de baja densidad,
        alta temperatura y alto tiempo de confinamiento, se tienen plasmas de
        alta densidad, baja temperatura, y muy bajo tiempo de confinamiento. El
        blanco de fusión, donde está contenido el combustible, es generalmente
        esférico, y tiene unas dimensiones milimétricas. Si se ilumina la
        superficie exterior de dicho blanco con un láser lo más uniformemente
        posible, se produce un proceso de ablación del material de la
        superficie del blanco. Por la conservación de la cantidad de
        movimiento, o lo que es lo mismo, por efecto cohete, se produce una
        compresión del blanco hasta muy altas densidades (del orden de 100 y
        hasta 1000 veces la densidad normal del combustible.) Esto da lugar a
        altas temperaturas en el interior del blanco.
        
         
        2.
        El
        Proyecto ITER.
        
        
        
         
        ITER es un proyecto
        de largo alcance que tiene como objetivo la demostración de que se
        puede construir y operar un reactor de fusión que tenga como objetivo
        la producción de energía. Aunque restringido a un nivel experimental,
        ITER debe contener todas las características de un futuro reactor de
        Fusión comercial. 
        
        
        
         
        Una vez que el diseño
        del ITER ha quedado prácticamente finalizado, queda una de las
        decisiones más complejas del proyecto, como es la elección final del
        emplazamiento. Los países que forman parte del diseño del nuevo ITER
        son los países de Europa, Canadá, Rusia y Japón. En la actualidad, se
        han reincorporado al proyecto países como EEUU, y por vez primera,
        China. En este momento, hay cuatro posibles emplazamientos para ITER.
        Clarington, en Canadá, Cadarache en Francia, Rokkasho-mura en Japón, y
        Vandellós en España, por orden alfabético. El país que finalmente
        logre se elegido como lugar de construcción del ITER, deberá asumir un
        importante porcentaje del costo total del proyecto. La fase de
        construcción será de 10 años, con un coste de 4750 millones de euros.
        Se prevé una duración de la fase de operación de 20 años, dando
        lugar a un coste total del proyecto de unos 10.300 millones de euros.
        
         
        La decisión final
        del emplazamiento está en espera de una decisión por parte de Europa.
        La Unión Europea decidió presentar una única candidatura a la elección
        final del emplazamiento. Es decir, el primer paso es elegir entre
        Cadarache y Vandellós.
        
         
        Cuando
        hace dos años, en Octubre de 2001, el gobierno Español habló por
        primera vez de su decisión de optar a ser anfitrión del ITER, la
        comunidad internacional no lo tomó como una apuesta demasiado seria.
        Cuando posteriormente quedó elegido el emplazamiento, concluyendo
        positivamente todas las autoridades (municipales, de la Generalitat y
        del Gobierno), y presentado el gobierno todas sus credenciales, en la
        comunidad científica se dio a Vandellós por ganador. Es un lugar
        excepcional para llevar adelante un proyecto de esta envergadura, con
        extraordinaria infraestructura, una enorme capacidad de acogimiento para
        científicos de todos los países, buena comunicación y mejor clima. Y,
        sobre todo, con el apoyo de una comunidad científica nacional e
        internacional | 
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         Algunos
        enlaces de interés  | 
  
      
         3.
        Referencias:
        
        
        
         
        1.- Artículo Revista
        Science, VOL 301, pág 1456. (2003) 
        2.-
        Iter Site Análisis Group Report, (“King Report”), 03/09/2003.
        
         
        3.- Página web
        oficial del ITER.  www.iter.org 
        4.- Página web del
        Ciemat. www-fusion.ciemat.es 
        5.-
        Nuclear Fusion by Inertial Fusion Confinement: A Comprehensive Treatise.
        G.Velarde, Yigal Ronen, José María Martínez-Val. 
        6.- Página web NIF. www.llnl.gov/nif 
          
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