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Confinamiento del hidrógeno

1.
Materiales específicos de confinamiento

La extensión y modo de degradación por hidrógeno en cualquier sistema de confinamiento depende de múltiples factores relacionados con el material, el diseño y las condiciones de servicio. Existen distintas directrices que se pueden emplear para seleccionar los materiales a utilizar en los sistemas de hidrógeno. La mayoría de ellas recoge aspectos metalúrgicos como la composición, la microestructura, la resistencia, la soldabilidad y sus interacciones con la temperatura y presión del hidrógeno. De manera que la solubilidad y concentración del hidrógeno junto con su difusión marcan la fragilización por hidrógeno.

  • Aleaciones de hierro.

  • Aceros martensíticos y ferríticos.

  • Aceros de mediana y alta resistencia.

  • Aceros austeníticos.

  • Aleaciones de níquel.

  • Aleaciones de titanio.

  • Aleaciones de cobre.

  • Aleaciones de aluminio.

  • Aleaciones de zirconio.

2.
Operatividad de los sistemas de confinamiento

2.1. Influencia de la temperatura

El éxito en el diseño de los sistemas de confinamiento depende del control de variables como la temperatura, la presión, las cargas cíclicas, las condiciones de exposición o la pureza del gas.

La tendencia al agrietamiento en los aceros desciende con el incremento de la temperatura. Sin embargo la reducción de área en los ensayos de tracción de los aceros en hidrógeno a 152 bares muestran un mínimo en la reducción de área en torno a los -40ºC. Para temperaturas mayores de 160ºC y para menores a -80ºC la fragilización por hidrógeno desciende.

2.2. Influencia de la presión

La influencia de la presión del hidrógeno gaseoso en la solubilidad del hidrógeno en el hierro es proporcional a la raíz cuadrada de la presión parcial del hidrógeno en el ambiente (Ley de Sievert):

S = K·p1/2

Esta relación es válida excepto para altas presiones (>120 atm) y para altas temperaturas.

La presión también afecta a la permeabilidad del hidrógeno en el hierro y acero de manera que se obtiene una expresión análoga a la anterior:

P = K·p1/2

3.
Materiales comúnmente aceptados 

3.1. Materiales metálicos

Los metales con estructura cúbica centrada en las caras como el acero inoxidable austenítico, las aleaciones de aluminio, el cobre y las aleaciones de cobre realizan un servicio satisfactorio con el hidrógeno.

El níquel que también tiene una estructura centrada en las caras es una excepción ya que es susceptible a sufrir un fuerte efecto de fragilización por hidrógeno por lo que no se emplea normalmente.

Los aceros austeníticos no estabilizados (algunos de las series 300) pueden convertirse en martensíticos cuando sufren un esfuerzo por encima del límite elástico a baja temperatura reduciéndose la ductilidad del acero.

Los aceros al carbono ordinarios se pueden emplear con hidrógeno gaseoso pero pierden ductilidad a las temperaturas de servicio del hidrógeno líquido por lo que no son aconsejables para este tipo de aplicación.

Hierro, aceros de baja aleación, cromo, molibdeno, niobio, cinc y la mayoría de los metales con estructura cúbica centrada en el cuerpo no son aceptables para un uso a temperaturas criogénicas.

3.2. Materiales no metálicos

El uso de elastómeros y plásticos debe limitarse a obturación y elementos de sellado.

3.3. Materiales prohibidos

La fundición gris, la fundición dúctil o el hierro fundido no deben empelarse en el servicio con hidrógeno (NFPA 50A 1994)

Los asbestos y asbestos impregnados con Teflón7 no deben emplearse debido al peligro cancerígeno de los asbestos.

4.
Selección de materiales para sistemas de hidrógeno líquido 

La selección de un determinado material para su uso con hidrógeno líquido está basada, inicialmente, en sus propiedades mecánicas (como por ejemplo: resistencia a la tracción, límite elástico, ductilidad, resistencia al impacto, sensibilidad a la entalladura). El material debe reunir ciertos valores mínimos de las características anteriores dentro del rango de temperaturas de funcionamiento. Por otro lado el material debe ser metalúrgicamente estable para que con el paso del tiempo o con los ciclos de temperatura no sucedan cambios de fase en la estructura cristalina.

Se deben considerar tres categorías principales en cuanto al comportamiento de los materiales:

  • Transición de dúctil a frágil en función de la temperatura.

  • Modo de deformación plástica, sobre todo a muy bajas temperaturas.

  • Efecto de la inestabilidad metalúrgica y de los cambios de fase de la estructura cristalina en las propiedades mecánicas y elásticas.

Además hay que considerar las propiedades térmicas de fragilización a baja temperatura y las contracciones térmicas cuando se realiza la selección de materiales para los sistemas con hidrógeno líquido.

5.
Medidas preventivas y técnicas de minimización de riesgos 

Selección de materiales

Dependencia del nivel de resistencia

Materiales a evitar

  • Algunos aceros están sujetos a fragilización por hidrógeno y consecuentemente deben ser evitados para minimizar el riesgo de fallos.

Prevención de fragilización por hidrógeno

Materiales resistentes

  • Usar aquellos materiales que son muy resistentes al hidrógeno como el AISI 316 y 310 (acero inoxidable)

Materiales susceptibles

  • Para aquellos materiales que sean susceptibles a la fragilización como los aceros de alta resistencia y las aleaciones ferríticas se recomienda atender ciertos criterios de diseño de seguridad.

Prevención de ataque por hidrógeno

  • La combinación de altas temperaturas con altas presiones en un ambiente con hidrógeno impone especiales requerimientos para los materiales que se empleen. El ataque por hidrógeno tiene dos formas de actuación. La primera se denomina descarburación superficial y da lugar a una pérdida de resistencia y a un incremento de la ductilidad. La segunda forma es la descarburación interna que ataca desde el interior del acero provocando una pérdida de resistencia y ductilidad en la que las fisuras aparecen en el borde de grano.

Soldadura

  • Las soldaduras en general tienen una alta tendencia a verse afectadas por el hidrógeno de manera que la fragilización por hidrógeno puede aparecer mediante fisuras espontáneas tanto en el metal de aportación como en la zona afectada térmicamente. Por esa razón se han efectuado numerosos ensayos al respecto.

Inhibidores de la fragilización

  • La pureza del hidrógeno es importante. Ciertas impurezas pueden emplearse para retardar o evitar el fenómeno de agrietamiento debido al hidrógeno. Esto es debido a que la permeabilidad del hidrógeno en los metales puede reducirse por reacción de la superficie del metal con los inhibidores.

Inspección y seguimiento

Control de calidad

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